
Agua Brava
Un icono mediterráneo atemporal con maderas más profundas y una intensidad aromática renovada.

Colonias Absolutas Puig es un acto de gratitud. Una forma de rendir homenaje a Antonio Puig, el fundador, al legado familiar y a todos aquellos que han llevado a la compañía hasta donde está hoy. Es también un gesto hacia el futuro, un recordatorio de que la verdadera modernidad no reside en el exceso ni en la velocidad, sino en crear desde la calma, con belleza y para la permanencia.
"La perfumería es nuestro oficio y nuestra razón de ser."— Antonio Puig, Fundador de Puig.
Colonias Absolutas Puig es una colección de aguas de colonia creada por Puig como tributo a sus orígenes, a la cultura mediterránea de las fragancias y a la propia historia de Puig y su familia fundadora.
Hay un momento en el que ser verdaderamente moderno significa volver a lo esencial. Las aguas de colonia han sido siempre una forma pura de perfumería y, para Puig, representan el punto de partida del viaje.
"Pensamos que era honesto y correcto ser coherentes con nuestros orígenes y poner en valor lo que hemos recibido." - Manuel Puig
Atemporal, elegante y profundamente sensorial, la colección Colonias Absolutas Puig encarna la identidad de Puig: un espíritu creativo, raíces mediterráneas y una artesanía perdurable.









Agua Lavanda nació en una sencilla botella de vidrio adornada con una gran etiqueta frontal y el clásico logotipo de las ninfas. Un comienzo modesto para una fragancia que se convertiría en un icono de la elegancia mediterránea.

En 1958, para destacar su carácter mediterráneo en un mercado dominado por marcas francesas, Puig experimentó con pequeñas jarras de mimbre en forma de castaña, inspiradas en las tradicionales cestas baleares. El diseño fue recibido con entusiasmo en Estados Unidos y, para responder a la creciente demanda, Puig adaptó el concepto, dando lugar al icónico Frasco Barcelona.

En los años 50, el reconocido diseñador catalán André Ricard colaboró con Antonio Puig, uno de los hijos del fundador. De esa colaboración surgieron el logotipo de Puig y el rediseño del frasco de Agua Lavanda, conocido como el Frasco Barcelona, lanzado en 1962. El Frasco Barcelona recibió elogios generalizados y se utilizó durante décadas.

En 1968, Puig lanzó la fragancia masculina Agua Brava, que marcó un referente en las aguas de colonia masculinas mediterráneas y se convirtió en un icono del diseño de la perfumería española.

La colección rinde homenaje a este legado. Su diseño reinterpreta el Frasco Barcelona de Ricard, conservando su forma icónica y el tapón de madera, mientras sustituye el detalle original de rafia por un elegante cordón de cuero. Los frascos incorporan también el nuevo logotipo de Puig, diseñado por M/M París.